Médico Dpm
Los podólogos son los médicos más cualificados para cuidar de sus pies. Realizan cuatro años de formación en una facultad de medicina podológica y tres años de residencia en un hospital. Esta formación es similar a la de otros médicos.
Los podólogos pueden obtener la certificación de la junta con formación avanzada, experiencia clínica y, en última instancia, realizando un examen. La Junta Americana de Cirugía del Pie y Tobillo y la Junta Americana de Medicina Podológica son las dos principales juntas de certificación en este campo.
Los pies son estructuras anatómicas complejas, estabilizadores integrales, amortiguadores y motores de propulsión fundamentales para la salud y el bienestar general. Requieren cuidados especializados. Asegúrese de que acude al profesional sanitario más cualificado para tratar sus pies buscando las letras “DPM” tras su nombre. El DPM significa que el médico ha completado años de rigurosa formación en pie y tobillo en la facultad de medicina podológica y en la residencia hospitalaria, lo que le convierte en el único cualificado para tratar esta parte del cuerpo.
¿Estudian medicina los podólogos?
Los pies y los tobillos son partes del cuerpo humano complejas y muy utilizadas. También pueden sufrir problemas debido a su intenso uso. Sin embargo, las personas con trastornos en pies y tobillos pueden tener dificultades para decidir si acudir a un podólogo o a un traumatólogo.
Tanto los podólogos como los ortopedistas son especialistas sanitarios cualificados y deben completar un riguroso periodo de escolarización, con cuatro años de estudios universitarios antes de iniciar su formación médica. Sin embargo, los podólogos no son médicos. En su lugar, reciben cuatro años de formación en una facultad de medicina podológica antes de realizar otros tres o cuatro años de residencia. El ámbito del tratamiento que proporcionan se limita únicamente a las zonas del tobillo y el pie. Los podólogos suelen tratar uñas encarnadas, callosidades, arcos caídos, espolones calcáneos y problemas relacionados con abusos o lesiones. Pueden emplear métodos quirúrgicos y también tratar problemas de salud subyacentes como la diabetes, siempre que estén relacionados con el problema del pie o el tobillo.
Asociación Médica Americana de Podología
Un Podólogo habrá estudiado durante tres años para obtener un título en Podología o Medicina Podológica. Los podólogos son médicos independientes, cualificados para diagnosticar y tratar problemas de los pies. Muchos podólogos se especializan en áreas de trabajo específicas, como diabetes, reumatología, lesiones deportivas, etc. A excepción de la cirugía ungueal, los podólogos utilizan métodos de tratamiento no quirúrgicos (no invasivos), que siguen siendo la base del tratamiento de la mayoría de los problemas de los pies. Hasta hace poco, los podólogos en el Reino Unido se conocían como quiropodistas.
Un cirujano podiátrico es un podólogo que ha realizado una amplia formación de posgrado en cirugía del pie. Por lo tanto, son especialistas no médicos cualificados en el tratamiento de todos los problemas de los pies utilizando métodos de tratamiento conservadores (no quirúrgicos) y quirúrgicos.
El podólogo ha recibido una formación específica para evaluar, diagnosticar y tratar las dolencias de los pies. Aunque el podólogo no tiene formación médica y, por tanto, no es médico, su amplia formación de posgrado le permite realizar intervenciones quirúrgicas en los pies. Los cirujanos podiátricos están altamente especializados y sólo operan el pie, al igual que un cirujano dental que sólo trata la boca. La cirugía podológica es un aspecto probado y eficaz del cuidado de la salud del pie, con miles de operaciones realizadas cada año. La formación incluye:
¿Por qué los cirujanos ortopédicos odian a los podólogos?
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Un podólogo (/poʊˈdaɪətrɪst/ poh-DY-ə-trist) es un profesional médico dedicado al tratamiento de los trastornos del pie, el tobillo y las estructuras relacionadas de la pierna[1] El término se originó en América del Norte, pero ahora se ha convertido en el término aceptado en el mundo de habla inglesa para todos los profesionales de la medicina podológica. La palabra podólogo se utilizaba anteriormente en Estados Unidos, pero ahora se considera anticuada[2].
En Estados Unidos, los podólogos se forman y licencian como Doctores en Medicina Podológica (DPM)[3] La formación preparatoria de la mayoría de los médicos podólogos -similar a la de los médicos tradicionales (MD o DO)- incluye cuatro años de estudios universitarios, seguidos de cuatro años en una facultad de medicina podológica acreditada, seguidos de una residencia hospitalaria de tres o cuatro años. También se puede optar por una beca opcional de uno o dos años en reconstrucción de pie y tobillo, cirugía de recuperación de extremidades, medicina deportiva, cirugía plástica, cirugía pediátrica de pie y tobillo, y cuidado de heridas[4] Los podólogos están autorizados en los cincuenta estados, aunque cada estado tiene sus propios requisitos de autorización. El alcance de la práctica puede variar de un estado a otro y la formación de residencia[5].
