Junta de registro de podólogos
El objetivo principal de este proyecto de respuesta rápida era proporcionar una visión de mercado de alto nivel sobre las perspectivas de crecimiento de las prácticas de podología y la dinámica del mercado en los Estados Unidos. Nuestro cliente, un profesional de la inversión de capital privado en el sector sanitario con sede en Estados Unidos, estaba muy interesado en comprender las tendencias predominantes del mercado, los factores de crecimiento y la economía de la podología.
El objetivo principal de este proyecto de respuesta rápida era proporcionar una visión general del mercado de alto nivel de las perspectivas de crecimiento de las prácticas de podología y la dinámica del mercado en los Estados Unidos. Nuestro cliente, un profesional de la inversión de capital privado en el sector de la salud con sede en Estados Unidos, estaba muy interesado en comprender las tendencias predominantes del mercado, los factores de crecimiento y la economía de la podología.
¿Con qué frecuencia acude al podólogo?
Las personas con pies sanos deberían visitar al podólogo una vez al año. El médico puede identificar posibles problemas y recomendar medidas para evitarlos y mantener los pies sanos. Los pacientes que padecen ciertas afecciones en los pies o los tobillos, como antecedentes de úlceras en los pies, deben acudir al podólogo con más frecuencia.
¿Con qué frecuencia debe visitar al podólogo un paciente con DM de la categoría 1?
Diabetes de tipo 1: en el caso de los diabéticos de tipo 1, se aconseja una evaluación del pie diabético cada seis meses. Diabetes de tipo 2: el riesgo es ligeramente menor para los diabéticos de tipo 2, por lo que se suele recomendar una revisión anual.
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ResumenAntecedentesContrariamente a la creencia de que los pacientes con úlceras del pie relacionadas con la diabetes (UPD) no experimentan dolor relacionado con la herida debido a la presencia de neuropatía periférica, cada vez hay más pruebas de que el dolor puede estar presente. En consecuencia, el dolor relacionado con la herida suele subestimarse y tratarse de forma insuficiente. El objetivo de este estudio es describir los factores que influyen en la evaluación del dolor en los casos de DRFU.MétodosSe llevó a cabo un estudio exploratorio cualitativo con podólogos que trataban DRFU. Ocho podólogos fueron reclutados a través de una organización profesional para participar en un grupo de discusión. Se llevó a cabo un análisis temático para identificar los temas que exploraban las barreras y los factores que facilitaban la evaluación y el tratamiento del dolor en las UPD. Los enfoques preferidos para evaluar el dolor de las heridas fueron la observación y los indicios no verbales. Las suposiciones y los juicios de valor sobre el dolor que experimentaban los pacientes y las relaciones entre los podólogos, los pacientes y otros profesionales sanitarios fueron factores importantes que influyeron en la evaluación y el tratamiento del dolor.ConclusiónLas barreras percibidas para la evaluación y el tratamiento del dolor relacionado con las heridas en las UPD fueron las actitudes y creencias sobre el dolor, la falta de herramientas de evaluación validadas específicas para las UPD y la falta de conocimientos y habilidades para tratar el dolor.
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La podología se ocupa de mantener y promover la salud del pie y de las estructuras relacionadas. Por definición anatómica, se encuentra en la parte inferior del cuerpo. En muchos sentidos, esta humilde posición ha sido una metáfora del desarrollo de la profesión podológica. La podología australiana, que comenzó siendo un oficio de “cortadores de maíz” que ejercían su actividad en las calles de Londres cantando cancioncillas socarronas (Kippen 2004), es hoy parte integrante del sistema sanitario en los sectores público y privado, trabajando de forma aislada o como parte de un equipo multidisciplinar.
Los podólogos son profesionales de la salud de contacto primario que diagnostican y tratan los trastornos del pie y la parte inferior de la pierna que pueden haber surgido de enfermedades, lesiones, trastornos del desarrollo o factores del estilo de vida. Las técnicas de evaluación diagnóstica incluyen evaluaciones vasculares, neurológicas, dermatológicas y biomecánicas no invasivas, y la remisión a radiólogos para investigaciones específicas. Los métodos de tratamiento pueden ser preventivos, paliativos o correctivos, y abarcan una compleja gama de enfoques médicos, quirúrgicos y biomecánicos. Los podólogos tienen una experiencia especial en el tratamiento de trastornos de la piel y los tegumentos, ortesis del pie y, en algunos estados de Australia, derechos limitados de prescripción de la Lista Cuatro (como los antibióticos).
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Si le han diagnosticado diabetes recientemente, de repente su agenda se llenará de citas con todo un equipo de profesionales sanitarios, como un dietista, un optometrista, un endocrinólogo y un podólogo, además de su médico de cabecera.
Algunos le ayudarán a controlar su enfermedad, mientras que otros pretenden prevenir algunas de las complicaciones que suelen surgir. Por ejemplo, como diabético, su riesgo de desarrollar problemas en los pies aumenta considerablemente debido a dos características comunes de la enfermedad:
Puede ver por qué es realmente importante que los diabéticos cuiden sus pies: La disminución de la sensibilidad nerviosa significa que, como diabético, puede no sentir y, por tanto, notar cualquier llaga u otro problema; y la reducción del flujo sanguíneo significa que la capacidad de curación del cuerpo se ve afectada.
Las citas regulares con su podólogo local, junto con la atención de su médico de cabecera, dietista y otros profesionales de la salud aliados, garantizarán que cualquier problema potencial asociado a su condición pueda ser detectado lo antes posible, cuando es mucho más fácil de tratar.
