Como te quitan los callos los podologos

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Es posible que se le aconseje que lleve zapatos cómodos y planos en lugar de zapatos de tacón alto. Si se desarrollan callos en las manos, el uso de guantes protectores al realizar tareas repetitivas dará tiempo a la zona afectada para curarse.

Si no está seguro de cuál es la causa de un callo o callosidad, consulte a su médico. Puede que le remita a un podólogo (también llamado podólogo). Los podólogos están especializados en el diagnóstico y tratamiento de los problemas de los pies. Examinarán la zona afectada y recomendarán el tratamiento adecuado.

Su caso será evaluado individualmente, lo que puede influir en el tiempo que tendrá que esperar para ser atendido. Por ejemplo, las personas con diabetes grave suelen tener prioridad porque esta enfermedad puede provocar graves problemas en los pies.

Si decide ponerse en contacto usted mismo con un podólogo, asegúrese de que está plenamente cualificado y registrado en el Consejo de Profesionales de la Salud (HPC), y de que es miembro acreditado de una de las siguientes organizaciones:

Las personas que tienen pies deformes o huesos prominentes en los pies son susceptibles de sufrir callos. Los callos pueden ser un indicio de la existencia de un juanete (una hinchazón ósea en la base del dedo) o de un dedo en martillo (cuando el dedo se dobla en la articulación media).

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Muchas personas desarrollan uno o más callos en sus pies. Los callos son capas de piel engrosadas que pueden resultar dolorosas con el tiempo. Estas zonas gruesas sirven para proteger las partes internas del pie de los impactos cada vez que una persona corre, salta o da un paso. Las personas con comorbilidades como la diabetes o los trastornos circulatorios pueden necesitar visitar a un podólogo para que evalúe sus callos y los elimine profesionalmente. Los deportistas y otras personas también pueden desear que se les eliminen las callosidades, especialmente si les resultan incómodas.

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El método principal de los podólogos para eliminar las callosidades es con una cuchilla quirúrgica estéril. Lenta y metódicamente, el podólogo mueve la cuchilla por la zona con callos. Con cada pasada de la cuchilla quirúrgica se elimina una capa de piel muerta. Una vez que se han eliminado las capas muertas de la piel y la piel viva queda al descubierto, el podólogo se detiene. Esto no es doloroso. Los bordes de la callosidad se alisarán con un dispositivo Dremel para mejorar la comodidad del paciente.

Eliminación de callos en el podólogo

Cuando caminamos o estamos de pie, el peso de nuestro cuerpo recae primero en el talón y luego en la bola del pie, donde la piel es más gruesa para soportar la presión. Cuando esta presión se vuelve excesiva, algunas zonas de la piel se engrosan y forman callos y callosidades, como respuesta protectora al roce de la piel con un hueso, un zapato o el suelo.

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El callo (o callosidad) es una zona extendida de piel dura y engrosada en la planta del pie. Suele ser síntoma de un problema subyacente, como una deformidad ósea, un estilo particular de caminar o un calzado inadecuado. Algunas personas tienen una tendencia natural a formar callos por su tipo de piel. Las personas mayores tienen menos tejido graso en su piel y esto puede llevar a la formación de callos en la bola del pie.

Los callos se producen por la presión o la fricción sobre zonas óseas, como una articulación, y tienen un núcleo central que puede causar dolor si presiona un nervio. Hay cinco tipos diferentes de callos, los más comunes son los “duros” y los “blandos”:

Eliminación de callos en los pies

Cuando las zonas de los pies se someten a una presión o fricción excesivas, pueden aparecer callos y durezas (a veces denominados “callosidades”). Cuando la piel experimenta una mayor presión, el cuerpo responde produciendo zonas de piel engrosada. Aunque se trata de un proceso normal y nuestros pies están diseñados para soportarlo, es cuando la presión se vuelve demasiado importante cuando aparecen los síntomas. Lo más difícil es que los callos y las durezas pueden existir por sí solos o en combinación con otros problemas comunes de los pies, lo que hace que el autodiagnóstico y el autotratamiento sean complicados.

El callo también se llama y se conoce como hiperqueratosis entre los podólogos y otros profesionales de la salud. El callo es una piel dura y engrosada que suele presentarse en una zona extendida, como la bola del pie y/o alrededor de la periferia del talón. Un callo suele ser un engrosamiento de la piel que es uniforme. Aunque la mayoría de las veces el callo no causa dolor, puede provocar una sensación de ardor y/o ser un problema estético. El callo también da a los podólogos una indicación de dónde los pacientes con dolor de pies están ejerciendo una presión excesiva en sus pies y puede ayudar a su diagnóstico y plan de tratamiento. En algunos casos, el exceso de callo o la hiperqueratosis pueden ser una indicación o una señal de advertencia de una mala salud o de un problema subyacente más complejo en los pies.

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